Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado; y dado que morimos con Cristo, sabemos que también viviremos con él.
— Romanos 6:7-8 NTV

Romanos 6:1-14

Estar vivos físicamente en este mundo y sin morir con Cristo, es estar muertos espiritualmente. Estar muertos espiritualmente, es ser esclavos del pecado. Vivir físicamente en este mundo y morir con Cristo, nos libera de la esclavitud del pecado y nos garantizar á vivir con Cristo para toda la eternidad en el cielo. Es mejor que cuando la muerte física nos sorprenda, haber muerto con Cristo a la esclavitud del pecado, pues nos garantizará que viviremos con Cristo para toda la eternidad.


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